miércoles, 15 de octubre de 2008

Es muy triste sentirse gris, como con una niebla por dentro que lo va espesando todo, no llueve en plan tormenta, no sacude el viento y se ilumina el cerebro de manera intermitente estrepitosamente como el rayo y el trueno,... es algo lento, denso, pesado... lo siento.


Eso denso se mueve lento, camina de puntillas por el alma y se hace pesado, tira hacia abajo y te hace bajito... te empequeñece y sólo son las piedras en los bolsillos del alma, pero un día buscando las piedras, para mirarlas, reconocerte en sus brillos, en sus caídas... en esos bolsillos encuentras caramelos...pegados a al alma.

lunes, 23 de junio de 2008

Escucha

Escucha
“Escucha cómo te llueve por dentro... cuando te cae el agua desde la cabeza a los pies y cierras los ojos y cierras los oídos y cierras tu cuerpo para abrirte por dentro y entonces oyes . Oyes cómo cae, cómo se desliza el agua, cómo llueve desde tu cerebro a tu corazón.
Son las ideas.
Los pensamientos que te hacen sentir, esos que te mueven aunque estés quieto, esos que te hacen volar que te elevan como el fuego eleva y hace volar al globo... lo que te llueve del cerebro al corazón puede llover del corazón a los pies. Y es entonces, es entonces cuando te llueven las emociones que no puedes parar, esas que no puedes dejar de sentir, las que te paralizan y llueven del corazón a los pies... a la tierra... a los pies y ya no te puedes mover... te estremece”
“Cuando cierres los ojos en la ducha y te tapes los oídos suavemente oirás llover... respira pausadamente, siendo consciente de que el aire que te penetra es el que necesitas para vivir, el que te llena los pulmones y los ensancha y los hace crecer... pero había oído como llueve desde el cerebro hasta el corazón? Te habías dado cuenta que las emociones racionales que se generan en el pensamiento, esas que crees controlar y que no te afectan, esas que crees que no son las que tiene todo el mundo, esas que no existen en verdad por que surgen de una idea... esas son las que llueven por dentro hacia el corazón, se caen se desplazan se deslizan lentamente o rápidamente, depende de la prisa que tengan y al llegar allí se transforman en caricias, en susurros en emociones que desbordan los límites de nuestro ser...los sentimientos son mas grandes que nuestro cuerpo físico. Pero eso no es malo.
Lo malo es cuando no se dejan fluir, cuando la lluvia se desplaza hacia los pies. “nubes y borrascas en el frente, cordillera corazón desplazándose a los pies”
Esos nubarrones llenos de nudos y de líos son los que se mueven rápidamente y no nos dejan pensar pero son también los que nos llueven a los pies y nos paralizan.
Cuando llueve del corazón a los pies, es cuando sentimos miedo y entonces?

Cierra el grifo, abre los ojos, deja tus oídos libres y no escuches llover... sino corres el riesgo de no moverte más”.